Beneficios de la práctica del Tai Chi

Pese a que algunos estilos de Tai Chi son mas exigentes físicamente que otros, en general es un ejercicio que dadas sus características casi cualquier persona puede practicar. Los ejercicios que se practican con el Tai Chi pueden llegar a ser tan eficaces como un tratamiento farmacológico, pero sin ningún efecto adverso. Según estudios realizados en el año 2004 por investigadores del Centro Médico Tufts-New England, en Boston (EEUU), en una revisión de los trabajos publicados hasta esa fecha, en todos ellos se informa "que la práctica del Tai Chi a largo plazo tuvo efectos positivos al favorecer el equilibrio, la flexibilidad y el rendimiento cardiovascular y al reducir el riesgo de caídas en los ancianos”, comentaron los autores.

Son muchas las enfermedades cuyos efectos se pueden paliar con la práctica de este arte marcial: insuficiencia cardíaca, hipertensión, artritis, esclerosis múltiple, depresión... El Tai Chi desde hace siglos se ha venido practicando en China, y combina ejercicios de respiración, concentración y movimiento de prácticamente toda la musculatura. Pese a su práctica milenaria, hasta hace poco no se ha podido comprobar con un rigor científico su eficacia sobre la salud. En estos estudios se constato que los pacientes con artritis reumatoide mejoraron la estimulación ósea y fortalecieron el tejido conectivo y se mejoró la extensión y flexión de la rodilla en una gran mayoría de los participantes.

Otros pacientes con esclerosis múltiple mejoraron al conseguir una mayor velocidad para caminar, más flexibilidad en la musculatura y bienestar psicológico relacionado con un incremento de la vitalidad, de la salud mental y de la capacidad para relacionarse. Las movimientos del Tai Chi inciden de forma positiva en el desarrollo de la consistencia muscular, así como fortalecen las articulaciones, aumentando tanto la potencia como la flexibilidad. Por otro lado, pueden disminuir los índices de declive en el flujo sanguíneo cutáneo que se presentan en el proceso de envejecimiento. El ejercicio aeróbico que aporta la práctica del Tai Chi constituye una magnífica terapia para combatir los procesos degenerativos.

En este mismo estudio se concluyó que con la practica del Tai Chi se maximizaba la independencia y la calidad de vida de las personas con enfermedades crónicas, ya que como dijeron los autores “se observaron beneficios sobre la función respiratoria y cardiovascular en todos los estudios analizados tanto en sujetos sanos como en pacientes que habían sido sometidos a un 'by-pass' arteriocoronario y también en aquellos que habían sufrido un infarto, hipertensión, insuficiencia cardíaca, artritis, y esclerosis múltiple”.

Se ha comprobado que el Tai Chi actúa como una terapia muy efectiva para la prevención de los trastornos de tipo mental o emocional como la depresión, el estrés o la ansiedad, ya que produce mejoras en el estado de ánimo de personas no deprimidas. Igualmente en este estudio informan los investigadores que a las personas ancianas que practicaron Tai Chi durante un periodo de 6 meses "se les detectó una disminución del estrés y la ansiedad en individuos sanos y una mejoría del humor”.

Con independencia de la acción relajadora derivada del ejercicio de concentración (respiración pausada y profunda), que se contempla en las diferentes “formas” del Tai Chi, está comprobado que el ejercicio físico libera endorfinas, las llamadas hormonas de la felicidad, que tienen un papel muy importante en los episodios depresivos. Estas sustancias actúan directamente sobre el cerebro produciendo una sensación de bienestar y relajación inmediata.

Pese a todo esto todavía quedan algunas cuestiones por verificar, como si alguno de los diferentes estilos de Tai Chi ofrece más ventajas que otros o si influye la personalidad de los participantes y de los instructores, y cuánta cantidad de ejercicio es necesaria para conseguir un efecto favorable sobre la salud. Tampoco se conocen bien los mecanismos por los que la práctica de este arte marcial produce beneficios para la salud. Estas cuestiones todavía sin aclarar no son un impedimento para la práctica del Tai Chi ya que en ningún estudio se han registrado efectos adversos o perniciosos. Cualquier persona que lleve un tiempo practicando con cierta constancia, independientemente del estilo, puede constatar por si misma los beneficios que percibe en su estado de salud físico y mental.