Tao y Taoísmo

El Taoísmo es una antigua filosofía, mas tarde convertida en religión, de origen chino basada en el concepto del Dao (pronunciado Tao). Las creencias filosóficas taoístas se encuentran principalmente en los textos: “Daodejing” (Tao Te Ching) traducido como “Libro de la Vía y de la Virtud” que es atribuido a la figura de Lao Tse, y en el “Zhuangzi”, libro de parábolas y alegorías atribuido al filósofo Zuang Zi. Para los taoístas se considera el Tao como el proceso de transformación de la naturaleza, la razón inherente a todos los seres, la cúspide, la realidad última, de naturaleza espiritual y distinta de las cosas materiales. El Tao es intemporal, no se ve, ni se oye, ni se siente. Es la fuente primaria cósmica originaria del mundo y de todas las cosas.

El Tao es inalcanzable para cualquier forma de pensamiento humano, ("El Tao que puede conocerse no es el verdadero Tao..." Tao Te Ching), no tiene nombre ni forma, pero aunque sin forma y sin nombre, es la raíz de todas las cosas con nombre y con forma. Por la necesidad de ser descrito se le denominó Tao, que puede traducirse como "vía" o "camino", aunque también podría entenderse como "intuición”, “sensibilidad” o "sentido". El objetivo del Tao es enseñar al hombre a integrarse y fluir en la naturaleza en concordancia y armonía, de tal forma que llegue a experimentar en su propio cuerpo sus ritmos vitales. El Tao es inaprensible y sin embargo se puede llegar a percibir en las leyes de la naturaleza y del curso del mundo. Para ello el ser humano debe liberarse en su interior de todo lo que le desvíe del camino del Tao e impida su contemplación. Encontrando el camino que conduce de la confusión del mundo hacia lo eterno, se estará en el camino del Tao. Para poder recorrer ese camino se necesitaría preparación interna, la cual se conseguiría mediante una serie de ejercicios, el recogimiento, la relajación y la perseverancia, obteniendo así la suficiente serenidad mental que posibilita la contemplación del Ser interior.

El Taoísmo como filosofía se desarrolló principalmente a partir de las escrituras de Lao Tse, cuyo nombre puede traducirse como “El Viejo Maestro” o “El maestro niño”, a quien se le atribuye el texto del Tao Te Ching. Sin embargo la figura de Lao Tse, así como la autoria total de la obra y las fechas en las que fue escrito son motivo de controversia. Se supone que Lao Tse vivió durante el siglo VI a.C, y por tanto que en esas fechas se redacto el Tao Te Ching, aunque la fecha es incierta y las estimaciones de los diferentes expertos van desde el siglo VIII al siglo III a.C. También se conjetura que el Tao Te Ching es una recopilación hecha por varias personas. A mediados del siglo II a.C. el libro es elevado por decreto imperial a la categoría de “Ching” (clásico), categoría de la que ya gozaban los cinco clásicos confucianos: I ChingClásico de las Mutaciones, “Li Chi” Clásico del Ritual, “Shi Ching” Clásico de la Poesía, “Shu Ching” Clásico de la Historia y “Lu Shih Ch´un Ch´iou” Anales de la Primavera y el Otoño.

El Tao Te Ching es un corto libro de aforismos de unas cinco mil palabras con un notorio estilo paradójico y poético. No esta ordenado por capítulos ni por temas, pero los aspectos fundamentales del texto se repiten con diferentes formulaciones. La temática principal se interesa por la naturaleza del Tao y la forma de poder alcanzarlo. Existe una gran dificultad en la traducción del texto debido a la capacidad de representar diferentes significados de ciertos vocablos chinos, así como a la amplia descripción del Tao, lo cual ha producido enfrentamientos entre diferentes escuelas de pensamiento y traducción. Después de Lao Tse, el filósofo más importante del taoísmo es Zuang Zi (369 al 286 a.C.), al que se le atribuye el texto del Zuangzi, una colección de historias en vez de una compilación de textos, frases y aforismos tal y como lo es el Tao Te Ching.

El Taoísmo enfatiza varios conceptos encontrados en el Tao Te Ching y en el Zhuangzi, tales como: la vitalidad, la paz, la no acción “Wu Wei”, la filosofía de la debilidad, la espontaneidad, el no deseo “Wu Yü”. Los taoístas consideran que se debe permanecer en quietud pues esta lleva a tomar una actitud más centrada, reposada y equilibrada ante los acontecimientos de la vida y creen firmemente que para conservar la vida, se debe seguir el curso de las cosas sin oponerse a ellas. El “Wu Wei” no es no hacer nada, sino dejar suceder. Es el dejar ocurrir. Es el hacer en el no hacer. Para estar de acuerdo con el Tao, uno tiene que “hacer nada”, es decir, nada forzado, artificial o no natural. El “Wu Wei” está íntimamente relacionado con el agua como elemento que ilustra la naturaleza de la cesión. El agua es blanda y débil, pero puede deshacer rocas y tallar la piedra. La filosofía de la debilidad describe que lo débil es el origen de lo fuerte. Se relaciona igualmente el agua con esta forma de pensar:

“…El mejor de los hombres es semejante al agua,

la cual beneficia a todas las cosas sin ser contenida por ninguna.

Fluye por lugares que otros desdeñan,

donde se acerca mas deprisa al Tao...”

Tao Te Ching.

Para Lao Tse el agua es el símbolo de lo inferior que domina a lo superior, y el símbolo de lo débil que vence a lo fuerte:

“…Lo blando vence a lo duro,

lo que carece de forma penetra lo impenetrable,

hay valor en no actuar…”

Tao Te Ching.

Profundamente ligado al “Wu Wei” esta el “Wu Yü” o el no deseo, que ubica a la persona en el contento y la satisfacción de ser lo que es y tener lo que se tiene.

“…La Naturaleza no tiene deseos,

sin deseos, el corazón alcanza la tranquilidad,

y así el Mundo en su totalidad puede permanecer en calma…”

“…No hay mayor maldición que el deseo;

no hay mayor miseria que el descontento;

no hay mayor enfermedad que la codicia;

pero el que se conforma con lo que posee

siempre será rico…”

Tao Te Ching.

Otro concepto en el que se apoya el Taoísmo es en la existencia de tres fuerzas: una positiva, otra negativa y una tercera, conciliadora. Las fuerzas positiva y negativa se refieren al Yang y al Yin, mientras que la fuerza conciliadora sería el Tao, fuerza superior que las contiene. Bajo el punto de vista chino, todas las manifestaciones del Tao son generados por el juego dinámico de estas dos fuerzas polares. Estas tres fuerzas se pueden ver representadas en el símbolo del Tai Chi (también conocido como Taijitu o simplemente como Yin-Yang). El Yin y el Yang aunque representan dos fuerzas aparentemente opuestas forman parte de una única naturaleza, pues ambas provienen del Tao, por ello para los taoístas no se considera superior la vida sobre la muerte, lo positivo sobre lo negativo, el placer sobre el sufrimiento, etc.

“…Vida y muerte son abstracciones del crecimiento,

dificultad y facilidad son abstracciones del progreso,

cerca y lejos son abstracciones de la posición,

fuerza y debilidad son abstracciones del control,

música y habla son abstracciones de la armonía,

antes y después son abstracciones de la secuencia...”

Tao Te Ching.

El Taoísmo filosófico ejerció su mayor influencia en un sistema de higiene basado en practicas respiratorias, ejercicios físicos y de meditación, así como en la experimentación con la alquimia y los elixires (en la medicina china el cinabrio era utilizado para el restablecimiento de la vitalidad.), todo ello con el objetivo de buscar la inmortalidad que era entendida, en el aspecto filosófico, como prolongación de la vida o longevidad en plenitud. Las personas que conseguían vivir en armonía con la naturaleza eran consideradas inmortales.

A finales de la dinastía Han el Taoísmo derivo en religión, atribuyéndosele a Zhang Daoling la fundación del Taoísmo religioso, quien fundó la rama conocida como Zhengyi Dao o la “Escuela de la Perfecta Unidad” y fue nombrado como primer pontífice y sacerdote imperial. El Taoísmo religioso considera a Lao Tse y a otros héroes populares y sabios como dioses o como inmortales. Mas tarde al llegar el budismo a China se produciría una interrelación entre ambas religiones, lo que produjo la aparición de la escuela religiosa y filosófica Cha'ang, que al pasar a Japón origino el Zen. El taoísmo también se mezclo con elementos del confucionismo. En China el taoísmo ha sido reconocido como religión oficial durante breves periodos de su historia. Sin embargo la interpretación religiosa es contraria a la ideología netamente filosófica de los antiguos pensadores taoistas como Lao Tse y Zuang Zi.

“…La religión es el fin de la virtud y la honestidad,

el comienzo de la confusión,

la Fe es una esperanza o miedo muy colorida,

el origen de la estupidez.

El sabio actúa por conocimiento, no por esperanza,

confía en el fruto, no en la flor,

acepta lo que tiene, rechaza las promesas futuras…”

Tao Te Ching.

El taoísmo preconiza la armonía del hombre con el Tao y reprueba entre otras cosas la guerra, la codicia, los prejuicios, la desigualdad y la sumisión. Entre sus virtudes destacan la piedad, la bondad, el sacrificio personal, el ser analítico, contemplativo y meditativo, el ser honesto y enseñar al que no sabe. Ha influido en numerosas áreas del conocimiento como la medicina tradicional china, las escuelas de meditación y las escuelas de artes marciales. El Tai Chi se apoya filosóficamente en los valores del taoísmo y muchos de sus principios se encuentran reflejados en el Tao Te Ching donde aparecen referencias que son llevadas a los movimientos y a las bases del Tai Chi:

“…El que observa al Mundo como se observa a sí mismo

es capaz de controlar el Mundo,

pero el que ama al Mundo como se ama a sí mismo

es capaz de dirigir el Mundo…”

“…Si te mantienes de puntillas

no te mantienes mucho tiempo,

si das pasos demasiado largos

no puedes caminar bien…”

“…Para reducir la influencia de alguien, auméntala primero,

para reducir la fuerza de alguien, increméntala primero,

para hacer caer a alguien, primero haz que se eleve,

para tomar algo de alguien, dale algo primero,

esta es la sutileza con la cual el débil vence al fuerte…”

“…Concentrándose en el aliento vital

para alcanzar la flexibilidad,

¿es posible ser un recién nacido?...”

“…Por lo tanto lo duro y lo tieso

son los compañeros de la muerte,

lo blando y lo tierno

son los compañeros de la vida…”

Tao Te Ching.