Empuje de manos (Tui Shou)
Tui Shou o empuje de manos (Tuï "推": empujar y Shǒu "手": mano) es un ejercicio que se realiza por parejas, que se mantienen en contacto constante y constituye una parte imprescindible en el aprendizaje de cualquier estilo de Tai Chi Chuan, siendo tan importante como las propias formas o secuencias individuales. Con su práctica se pretenden aplicar y practicar los principios básicos del Tai Chi. Está indicado para desarrollar habilidades comunicativas y de sensibilidad táctil, para así mejorar la capacidad de escuchar y entender el propio movimiento y el del adversario así como para anticiparse a el y aprender a deshacer, contrarrestar, aprovechar o desviar su fuerza. Es útil como explicación del uso de los movimientos de la forma así como para comprobar el nivel de “Gong Fu” del practicante.
Se atribuye el origen del Tui Shou a Chen Wan Ting, comandante de la guarnición del distrito de Wenxian durante la dinastía Ming y considerado un maestro de artes marciales de gran habilidad y dignidad. Además del empuje de manos también se le atribuye el integrar en la realización de los movimientos del Tai Chi, el uso de la conciencia-intención “Yi” y de las teorías de la medicina tradicional China, así como conceptos de la filosofía Taoísta.
Al igual que sucede con el aprendizaje progresivo de las distintas formas de Tai Chi, para practicar empuje de manos se necesita tener experiencia y conocimientos previos de los principios del Tai Chi Chuan: movimientos correctos, suaves y relajados, coordinación entre la parte superior y la inferior del cuerpo, unificación entre lo interno y lo externo, relajación, distinción clara entre vacío y lleno… No se debe empezar el aprendizaje de técnicas y la practica del Tui Shou hasta haber alcanzado destreza en las posturas del Tai Chi Chuan. La práctica y el entendimiento de la forma se acrecientan al practicar Tui Shou, siendo ambas actividades complementarias pues una lleva a mejorar la destreza y el progreso en la otra y viceversa, por eso deben practicarse de manera conjunta, siempre habiendo empezado por dominar y coordinar los movimientos de la forma.
Con la practica del Tui Shou se potencia la distinción entre vacío y lleno, equilibrio, centro de gravedad, armonía en los movimientos, actuar relajado para vencer a lo duro y otros principios filosóficos de los que se nutre el Tai Chi y que con la practica individual no se llegan a entender plenamente para su aplicación practica. Al estar en contacto con otra persona se muestran con más claridad los errores y vicios que a veces no se ven o notan en las formas de movimientos.
Existen diferentes escuelas de Tui Shou con variaciones en posiciones o movimientos y que se relacionan con los diferentes estilos de Tai Chi. Igualmente puede dividirse el Tui Shou como dinámico o estático dependiendo de si los pies permanecen pegados al suelo o realizan pasos hacia delante y atrás. Independientemente del tipo o estilo que se practique se deben seguir los siguientes principios:
- Zhan: Conectar o adherirse al contrario.
- Nian: Mantener la unión con el contrario siguiendo sus acciones.
- Lian: Enlazar o juntar. Conducir al contrario sin permitir ser alcanzado.
- Sui: Seguir o adaptarse al contrario. Si este retrocede se avanza para no permitir que se despegue.
Zhan y Nian se consiguen con el uso de las manos, mientras que Lian y Sui se consiguen con el uso de los pies. La aplicación de estos principios requiere las capacidades de: Ting (escuchar), Hua (disolver), Yin (conducir), Na (sostener), Fa (emitir). Igualmente para la práctica correcta se deben seguir los principios de las técnicas de los 4 lados “Si Zheng”:
- Peng: Expandir, repeler al contrario. Fuerza expansiva de dentro a fuera.
- Lü: Desviar, estirar. Movimiento de contracción para desviar al contrario hacia ambos costados del cuerpo.
- Ji: Presionar. Fuerza proyectada hacia fuera en línea recta.
- An: Hundir, empujar. Primero se absorbe la fuerza del rival para desequilibrarle y luego se empuja.
Estas 4 fuerzas principales deben ser complementadas por las otras 4 fuerzas diagonales “Si Yu”: Cai, Lie, Zhou y Kao y por las técnicas referidas a la estructura y funcionamiento de piernas y pies conocidas como las 5 direcciones “Wu Bu”: Jin Bu, Tui Bu, Zou Gu, You Pan y Zhong Ding, componiendo así las llamadas 13 técnicas o 13 fuerzas del Tai Chi Chuan “Shisan Shi”.
El Tui Shou es una herramienta que enseña las habilidades necesarias para poder combatir aplicando las técnicas del Tai Chi Chuan como arte marcial, si bien no es necesario que su aprendizaje se enfoque a tal uso. Si se aprende Tui Shou con intención competitiva, la base técnica será la misma aplicando los principios antes mencionados: relajación, estructura corporal, enraizamiento, uso de las 13 técnicas…, así como se buscara el objetivo de encontrar el centro del contrario para desequilibrarlo. Pero a un nivel competitivo se deben entrenar otras técnicas con el objetivo de dar a los movimientos mas potencia y rapidez, así como realizar ejercicios que aumenten la resistencia para aguantar con soltura los combates.
La práctica del Tui Shou no competitivo está indicada para cualquier edad y puede ser practicado durante toda la vida, mientras que en el de competición la edad marca un limite al dejar de estar el cuerpo en plenitud para afrontar los combates. El Tui Shou de competición no pretende ser una simulación de un combate real, se trata mas bien de una especie de juego en el cual uno de los jugadores gana aplicando los principios del Tai Chi Chuan bajo unas reglas de competición. Dentro de estas reglas penalizan aspectos como: asir o cogerse del oponente, cerrar las manos y agarrar, luxar los dedos del oponente, golpear o empujar partiendo de una posición en la que se ha perdido el contacto… El buen practicante no hace fuerza, sino que siente y aprovecha la de su oponente. No hay que olvidar que en el Tai Chi la actitud mental es la defensa no el ataque.
Existen muchos niveles para el aprendizaje de las habilidades necesarias para la práctica del Tui Shou, empezando por un entrenamiento básico en el que se practican ejercicios de sensibilidad, equilibrio, escucha, enraizamiento, alineación correcta del cuerpo, búsqueda del centro, etc. Aprendido este nivel se suele pasar a patrones de una mano con una pareja que se sitúa frente a frente y muñeca con muñeca para realizar círculos y movimientos acompasados de cambio de peso y giro de caderas y cinturas, alternando uno en la posición de Peng cambiando el peso y rotando la muñeca a An y el contrario lo opuesto, de An cambiando el peso y pasando a la postura de Peng. Mas tarde se irán introduciendo dentro de este movimiento circular los conocimientos de los demás principios: Lu, Ji, Cai, etc.
El buen conocimiento de las 13 técnicas y sus interrelaciones en el Tui Shou, primero requieren de una buena comprensión de las mismas para después pasar a ser practicadas, de tal forma que cuando se este familiarizado con ellas se pueda llegar a entender qué tipo de fuerza usa el contrario y qué se puede hacer para contrarrestarla. Para ello se tienen que desarrollar las habilidades de escuchar y comprender. Aprender a escuchar a través de los brazos permitirá percibir que tipo de fuerza emplea el contrario para intentar desequilibrar y ganar el centro, y la forma de actuar cediendo, absorbiendo o emitiendo para neutralizarla y tomar el control de la situación. El desarrollo de esta habilidad requiere de la relajación y suavidad empleadas durante la ejecución de las formas y que encuentran aquí su aplicación. Ambos practicantes deben escuchar al avanzar, al retroceder, en el ataque o al defender, para así reaccionar ante la resistencia o la pérdida de contacto del contrario. Sin el desarrollo de las habilidades mencionadas será muy fácil cometer errores por lo que deben ser practicadas de manera asidua, continua y correcta.
El Tui Shou es pues un elaborado arte que amplia el conocimiento de los aspectos internos y externos del Tai Chi Chuan, no estando enfocada su practica exclusiva en el combate con un oponente, sino en el desarrollo e incremento de la energía interior “Qi”, en el aumento del autoconocimiento a través del trabajo con un oponente, que puede desvelar los propios fallos no evidenciados en el trabajo individual, generando así una mejoría en el nivel del practicante.