Mabu o Zhan Zhuang Gong.

En el estilo Xin Yi al igual que en otras formas de Tai Chi y en otras artes marciales, existen una serie de posturas denominadas “básicas”, que se pueden llegar a realizar con frecuencia a lo largo de la ejecución de las distintas tablas. Dentro de estas quizás las posiciones de pie (Mabu, Gongbu, Shi Bu, Wu Chi y los pasos de desplazamiento) representan las más importantes o en las que se hace un mayor énfasis. En este artículo se trata sobre la primera de ellas, es decir sobre la postura Mabu o de abrazar el árbol y que en China es también conocida como Zhan Zhuang Gong.

El Mabu es una postura que se realiza en la tabla de 24 movimientos (El mono retrocede por las ramas, las manos se mueven como nubes…) en la de 78 movimientos (al inicio de coger la luna de un bonito cielo azul verdoso, girar el cuerpo y coger la planta del loto desde sus raíces, al inicio de las manos se mueven como nubes en círculos…) y también a lo largo de las diferentes tablas de espada, y recoge los principios del enraizamiento. Este enraizamiento junto con la verticalidad del cuerpo ayudaran a mantener la estabilidad y equilibrio durante la práctica de la forma.

El enraizamiento consiste en apoyar y distribuir correctamente el peso físico en los dos pies. La verticalidad distribuye equitativamente dicho peso en ambos piernas. El contacto firme en el suelo proporciona una postura sólida y firme. El enraizamiento y la verticalidad no son solamente un trabajo físico, sino también energético que consiste en adoptar un correcto alineamiento físico entre las dos fuentes principales de energía: la tierra (se aspira la energía a través de los pies) y el cielo (a través de la cabeza). La energía sube y se extiende por todo el cuerpo, obteniéndose una sensación de estar arraigados al suelo, como un árbol con raíces profundas y con ramas apuntando al cielo. La alineación de todos los huesos de la espalda, el cuello y la cabeza atraen las energías del cielo que se unen con las de la tierra.

La postura estática Mabu o Zhang Zhuang Gong es la base fundamental en todo tipo de trabajo energético de las artes chinas. Es una practica de “Qi Gong” en el que se distinguen dos formas según su finalidad. Una forma marcial conocida como “Da Cheng Chuan Gong” y otra terapéutica o para la salud conocida como “Yangsheng Zhuang Gong”. La práctica del Mabu consiste básicamente en tratar de mantener una postura y permanecer inmutable de esta manera durante el tiempo que se dedique, manteniéndose una actitud de relajación en todos los sentidos. En la mente no debe haber otro pensamiento que la completa relajación. Mediante la práctica de esta postura no solamente se obtiene el beneficio de desarrollar la fuerza en las piernas y el equilibrio de sus posiciones, sino que también se aprende una forma de meditación en movimiento, lo que representa una fase inicial del desarrollo en el “Qi”. La actitud mental esta en el Dan Tian de esa forma el “Qi” tiende a concentrarse.

Esta posición parte en un primer nivel con los pies situados en paralelo y a una distancia igual que la de las caderas con las piernas semiflexionadas. Las puntas de los pies deben estar rectas apuntando al frente con las plantas de los pies firmemente apoyadas en el suelo. Los dedos se clavan hacia el suelo y la espalda debe estar recta con el tórax erguido. La lengua en el paladar superior concentrando la respiración en el Dan Tian. Según se avanza a un mayor nivel se ira haciendo la posición mas baja hasta acabar colocando los pies situados en paralelo y a una distancia que dobla el ancho de las caderas mientras que se flexionan las piernas lo máximo posible (hasta un máximo ángulo de 90º). En ambas posturas las rodillas nunca sobrepasaran las puntas de los pies. Independientemente del nivel en el que se practique el Mabu siempre se mantiene la columna alineada y recta, con la pelvis basculada.

En el estilo Xin Yi la practica estática de la postura Mabu se realiza con los brazos a la altura del pecho como si se abrazase el tronco de un árbol, las manos enfrentadas con las palmas apuntando hacia el pecho y ligeramente hacia el ombligo, pero esta postura también se puede practicar juntando las palmas de las manos, manteniendo ambas muñecas pegadas a cada lado de la cadera o incluso sujetando una espada. Los beneficios terapéuticos que ofrece la práctica de esta postura se deben a las contracciones musculares que se originan y que crean tensiones alrededor del hueso; las tensiones estimulan la actividad celular ósea y las impulsan a una constante renovación.

Por la cara lateral interna de la pierna, activa el meridiano de los riñones, hígado y bazo. Por la cara lateral externa de la pierna activa el meridiano de la vesícula biliar, el estómago, y el de la vejiga urinaria. Fortalece la función renal, el sistema óseo, la coagulación de la sangre, los músculos y tendones, las defensas del organismo (pues aumenta los glóbulos blancos y la formación de plaquetas), y ayuda a mantener la pureza de la sangre. Mantener esta posición produce una reeducación mecánica y estática de la columna vertebral y de la pelvis. Al principio parece difícil y dolorosa pero progresivamente se va tomando resistencia y quien padece de lumbares o de espalda notara mejorías rápidamente.