Reiki

Reiki es una palabra japonesa formada por dos vocablos: Rei que puede traducirse como “universal” y Ki como “energía”, de modo que la palabra Reiki se puede entender como “energía vital” o “universal”. Reiki sería la energía viviente que se cultiva y utiliza para guiarse en la vida cotidiana. El Reiki esta basado en las creencias orientales de que el correcto fluir de la energía vital a través de los distintos chakras es la que asegura un buen estado de salud en el organismo. El mal funcionamiento o bloqueo de esta energía en los chakras provoca o agrava el mal estado de salud dando lugar a enfermedades y trastornos.

El Reiki contempla a la persona desde el punto de vista energético, el ser humano existe en diferentes niveles: físico, emocional, mental y espiritual y el Reiki funciona en todos ellos. Se trata de un sistema de terapia energética usado para tratar enfermedades físicas y mentales fundamentado en un emisor que, a través de una serie de imposiciones de sus manos o de otros métodos, dirige la energía vital universal a los chakras de un enfermo o receptor, desbloqueándolos y potenciando el proceso de su recuperación, tocándolo suavemente.

El emisor de Reiki sintoniza su propia energía con la energía universal, poniendo así a disposición del receptor un canal de energía ilimitada. Este receptor puede ser él mismo u otra persona. Si el sanador no tiene abiertos sus canales internos para que circule la energía Rei a través de él, corre el riesgo de usar su propia energía vital para curar y en ese caso pudiera perder parte de ella. La transmisión de la energía de Reiki tiene efecto en lo físico, emocional, mental y espiritual.

El desarrollo del Reiki le es atribuido a Mikao Usui, originario de la ciudad de Kyoto, Japón y monje budista con conocimientos profundos de historia, medicina y disciplinas espirituales, que a mediados del siglo XIX durante un retiro espiritual en el monte Kurama, consiguió la sincronización entre su Reiki interior y el universal, de modo que entró en un estado en el que el era el universo y el universo era el, desarrollando así la habilidad para sanar.

Usui afirmaba que el únicamente redescubrió una técnica de sanación milenaria que ya existía pero que llevaba mucho tiempo olvidada. Esa técnica terapéutica sería originaria de la India. Se desconoce la fecha precisa en la que surgió pero se dice que corresponde a la milenaria cultura de la lengua Sánscrita. Por ese entonces la enseñanza era oral y no se conocen documentos antiguos que describan esta disciplina, lo que propició que con el tiempo el Reiki desapareciera casi por completo.

De lo que si existen datos es de que en 1922 Usui fundo la “Asociación de la Terapia Reiki” (Usui Reiki Ryoho Gakkai), y que su fama como sanador se extendió después de un gran terremoto que devasto Tokio en 1923 por el auxilio prestado a las víctimas de ese terremoto. Llevó el Reiki a la devastada ciudad y utilizó su técnica con los supervivientes. En 1925 construyó una nueva clínica fuera de Tokio, en Nakano. La fama de Usui se propagó por todo el Japón y empezó a recibir invitaciones para dar cursos en ciudades y poblaciones alejadas. Junto con sus discípulos sanó a miles de pacientes y enseño su sistema para canalizar Reiki a dos mil alumnos.

Los principios del Reiki son principios espirituales y guías morales para el vivir diario. El maestro Usui impuso a sus alumnos los principios del emperador Meiji y los estableció como norma de vida. Dichos principios son: “Solo por hoy no te preocupes. Solo por hoy no te enfades. Honra a tus padres, maestros y mayores. Gánate la vida honradamente. Demuestra gratitud a todo ser vivo”. La forma seguida por el Sistema de Usui Reiki Ryoho consiste en la práctica y vivencia de los 4 aspectos (Técnica de Sanación, Crecimiento Personal, Desarrollo Espiritual y Orden Mística) y de los 9 elementos (Iniciaciones, Historia, Tradición Oral, Tratamientos, Principios, Linaje Espiritual, Dinero, Símbolos, Forma de Enseñar) que se enseñan de una forma precisa.

Los maestros de Reiki aseguran que equilibra y restaura la energía del organismo y favorece la capacidad del cuerpo para sanarse a si mismo, armonizando tanto el cuerpo como la mente. A nivel psicológico, el Reiki sumerge al paciente en un profundo estado de relajación y paz, muy beneficioso en casos de depresión o estrés y permite profundizar más en los procesos mentales que nos mantienen atados a nuestros problemas. A nivel físico el Reiki calma el dolor, refuerza el sistema inmunológico y fortalece el cuerpo ante cualquier enfermedad.

Para la ciencia occidental no existen pruebas científicas que demuestren la eficacia del Reiki más allá del efecto placebo y de relajación, pues no existen explicaciones respecto al posible mecanismo de la sanación. La energía vital no puede detectarse, ni tampoco comprobarse que pueda ser transferida de una persona a otra. También se ha cuestionado la “obligación” de cobrar por las terapias así como los elevados precios que se deben pagar para ir avanzando en el aprendizaje de esta disciplina, quedando reducida en los niveles mas altos a personas de grandes recursos económicos. Otra cosa que se cuestiona es que los titulados en Reiki no tienen una titulación homologada que les capacite para poder diagnosticar o tratar enfermedades ni dolencias de ningún tipo.